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viernes, 11 de enero de 2013

Alimentos, despilfarro vs desnutrición

En tiempos de crisis como la que estamos viviendo aparecen estudios con el objetivo de crear una conciencia solidaria hacia aquellos que sufren las peores consecuencias de la situación. Al margen de la coyuntura actual que vive una parte importante de la sociedad occidental, es frecuente ver campañas para combatir el hambre en el mundo, problema que tiene una especial incidencia en algunos países de África o Asia.
The Guardian publica hoy los resultados de un estudio elaborado por científicos británicos del Instituto de Ingenieros Mecánicos. En el mismo se indica que en Europa y EEUU se despilfarra una gran cantidad de comida "hasta 2 mil millones de toneladas de comida en perfecto estado se desperdician cada año, lo que representa entre el 30% y el 50% de los alimentos producidos en todo el mundo". El mismo continúa diciendo: "Sólo en Gran Bretaña desperdiciamos una cuarta parte de todos los alimentos que compramos. Esto incluye millones de manzanas y de rebanadas de pan. Si de alguna manera pudiera recuperarse toda la comida que desperdiciamos en el Reino Unido y colocarla en los vientres de las personas desnutridas en el mundo, dos tercios de ellos ya no pasarían hambre".
En el año 2011 un estudio del Instituto Sueco de Alimentación y Biotecnología (SIK), en nombre de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), alertaba sobre el crecimiento de las pérdidas globales de alimentos distinguiendo entre "pérdidas" y "residuos de alimentos". En este, el SIK estimaba el total de la pérdida mundial de alimentos y residuos en alrededor de un tercio del total de alimentos comestibles producidos para el consumo humano, distinguiendo que las pérdidas difieren si hablamos de países industrializados o desarrollados y los que se encuentran en vías de desarrollo. En estos últimos, más del 40% de las pérdidas se producen en las etapas posteriores a la cosecha y el procesamiento, mientras que en los primeros más del 40% de las pérdidas se producen en el sector minorista, hostelería y consumidores. 
El desperdicio de alimentos generado por los consumidores de los países desarrollados (222 millones de toneladas -unos 100 kilogramos por persona y año-) es casi igual a la producción alimentaria en el África subsahariana (230 millones de toneladas).
Existen dos momentos fundamentales en los cuales se pierden alimentos:
Desperdicio.- Antes, durante o después de la preparación de alimentos en los hogares.
Desecho.- Durante la producción, fabricación, distribución, venta al por menor y en el sector de la hostelería.
Para el Instituto de Ingenieros Mecánicos gran parte de estos residuos es absolutamente cultural, en el caso del Reino Unido, un 30 por ciento de los vegetales no se cosechan porque el aspecto que tienen haría más difícil su venta en los mercados.
La siguiente tabla nos muestra la comida perdida por persona y año en diferentes zonas y en los procesos iniciales y el del consumo.

Total  Producción y venta Consumo
Europa 280 kg (620 lb)190 kg (420 lb) 90 kg (200 lb)
Norte América y Oceania 295 kg (650 lb)185 kg (410 lb) 110 kg (240 lb)
Asia Industrializada 240 kg (530 lb)   160 kg (350 lb) 80 kg (180 lb)
África Subsahariana 160 kg (350 lb) 155 kg (340 lb) 5 kg (11 lb)
Norte África, Asia del Este y Central 215 kg (470 lb) 180 kg (400 lb) 35 kg (77 lb)
Sur y Sudeste de Asia 125 kg (280 lb) 110 kg (240 lb) 15 kg (33 lb)
Sur y centro América 225 kg (500 lb) 200 kg (440 lb) 25 kg (55 lb)


Desperdiciar comida no es sólo malo para nuestro propio bien -como Tristram Stuart muestra en su libro Residuos: El descubrimiento del escándalo mundial de los alimentos-, daña el medio ambiente, provoca disminución de los recursos, y contribuye al aumento del coste de los alimentos. 
Por otra parte la HISPACOOP (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios)  controló durante el mes de noviembre los alimentos que desechaban en cada comida o a lo largo del día 413 hogares escogidos de forma aleatoria, y este fue el resultado del estudio, Porcentaje de basura alimenticia -en la fase de consumo-: Pan, cereales y otros alimentos de pastelería 19%; frutas y verduras 17%; y de leche y derivados, así como de pasta, arroces y legumbres 13% respectivamente. El tercio restante son carnes y comidas preparadas o precocinadas (un 6%), embutidos (5%), snacks (4%), alimentos en conserva (otro 4%), pescados y mariscos (3%), huevos (también un 3%) y bebidas (7%).
La comida es el momento del día en el que más alimentos se tiran (un 35% de ellos), seguida de la cena (27%), los desayunos (el 20%) y otros momentos del día (el 19%).
Mientras en Grecia y otros países se propone vender más baratos los alimentos ya vencidos en otros muchos los mismos van directamente a la basura. 
El cuidado a la hora de almacenar y guardar los alimentos es otro aspecto importante a la hora de evitar el desperdicio de los mismos, así como el tamaño adecuado de las raciones en cada refección. 
Un reciente informe culpa también a los "supermercados y grandes superficies que exigen alimentos, de manera habitual, estéticamente perfectos" de la escandalosa pérdida de alimentos en el mundo occidental, pues mientras mucha gente sabe, en principio, que una fresa pequeña puede ser mejor que una grande, muchos de nosotros todavía rechazamos peras, zanahorias y otras muchas frutas, verduras u hortalizas directamente por su aspecto.
El Worldwatch Institute de Washington ya advirtió en una de sus investigaciones que para acabar con el hambre en el mundo no basta con obtener más comida, pues actualmente ya se producen alimentos para unos 12.000 millones de personas. La cuestión está en evitar que se despilfarren tantos recursos. Y apunta otro dato preocupante: el 35% de la pesca se descarta por no tener valor comercial. Otra vez una cuestión de apariencia.

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