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jueves, 31 de enero de 2013

Rachel Beckwith, la niña que soñaba con llevar agua a África. Su último deseo, un acto de solidaridad

Si hace un par de días os comentaba la extraordinaria historia de Ryan Hreljac, hoy os quiero explicar la de Rachel Beckwith, que en su corta vida nos dejó una linda historia de emoción y solidaridad, y al menos a mí me sirve como contrapeso a todas las que nos presentan los medios de comunicación de guerra y muerte, violencia y barbarie, corrupción y mentiras.


Rachel Beckwith cumplía años el día 12 de junio, y ante la pregunta de padres, familiares y amigos de qué le gustaría recibir en su cumpleaños ella dijo a todos: "no quiero ningún regalo para mí, quiero dinero para llevarle agua a los niños de África". Ante esta sorprendente respuesta sus familiares insistieron durante días en las preguntas respecto a los regalos de cumpleaños que le gustaría recibir, encontrándose continuamente con la misma contundente respuesta, "Nada para mí. Quiero dinero para construir pozos de agua en África". Pero esta no era una actitud novedosa en Rachel, quien a pesar de su corta edad ya había dado muestras de la grandeza de su corazón al cortarse, tiempo atrás, todo el pelo y donarlo para hacer pelucas para los niños con quimioterapia por cáncer.
Esta vez su objetivo era recaudar US$ 300 para donarlos a la ONG Charity:water, que tiene como objetivo que todos los pueblos tengan acceso a agua limpia y saludable que no ponga en riesgo sus vidas. 
Para conseguir alcanzar la meta que se había establecido creó una página web con ayuda de sus padres y empezó su campaña. Una vez conseguido el importe deseado lo enviaría a África a través de una empresa de la ONG con la que estaba en contacto. Cuando empezaron los aportes, Rachel pensó que este año iba a celebrar su cumpleaños como nunca antes. Este fue el mensaje que se podía leer en su página web en los días previos a su aniversario: "El 12 de junio de 2011 cumpliré nueve años. Me he enterado de que millones de niños no celebran ni su quinto cumpleaños porque no tienen acceso a agua limpia y segura, así que voy a celebrar mi cumpleaños de una forma nueva. Estoy pidiendo a todo el mundo que conozco que, en lugar de hacerme un regalo, done dinero a mi campaña. Cada centavo irá directamente a la construcción de pozos de agua en países pobres. Mi objetivo es conseguir 300 dólares antes del próximo 12 de junio. Por favor, ayúdame. ¡Muchas gracias!".
Sus familiares, amigos, conocidos, se sumaron inmediatamente a su campaña, e inclusive algún desconocido, y el día que cumplió los 9 años casi había alcanzado su cifra objetivo, sin embargo por 80 dólares no consiguió la cantidad soñada.
Aunque día tras día continuaron las pequeñas donaciones un trágico acontecimiento provocó un giro inesperado en esta historia. 
Pocos días después de celebrado su aniversario, Rachel volvía a su casa en compañía de su madre y hermana cuando el coche en el que viajaban sufrió un terrible impacto -se vió envuelto en un accidente en cadena junto a otros doce vehículos- cerca de Seattle, donde residía. Mientras su madre y hermana consiguieron escapar con heridas leves, Rachel fue llevada al hospital con heridas fatales que ponían en peligro su vida. No consiguió sobrevivir a las mismas y dos días después fallecía en el hospital.
Pocos instantes antes de que Rachel se fuera, el saldo en su web solidaria sobrepasaba con creces los 300 dólares que quería reunir. “Lo has conseguido, hija. Hay más de 47.000 dólares. Más de lo que consiguió reunir el cantante Justin Bieber” le dijo su madre a Rachel sin saber si la niña podía oír o no, pero convencida de que superar la recaudación de su amor platónico le haría sonreír.
La madre, en su homenaje, decidió dar continuidad a su movimiento y explicó su historia. Así, con la ayuda de un pastor, amigos de su hija y otras personas, consiguieron que el deseo de Rachel fuese conocido por varios miles de personas que aumentaban en número cada día. Un día de Octubre, cuando se cerraron las donaciones, la madre de Rachel, posiblemente, le dijo en un susurro elevando sus ojos al cielo: "Has conseguido tu sueño, has llegado al 1.200.000 dólares y esa cifra servirá para llevar agua al menos a 60.000 personas a las que, con tu sueño, posiblemente has salvado la vida".
Poco tiempo después la madre cerraba la página web con estas palabras: "Estoy sobrecogida por el abrumador cariño con el que se está cumpliendo el sueño de mi hija y como lo estais haciendo realidad. En medio de un dolor inexplicable, supone una esperanza indudable. Sé que ahora mismo Rachel está sonriendo". 
El último deseo de una niña calma la sed en África y salva 60 mil vidas
Rachel Beckwith, antes de su muerte
La campaña de Rachel Beckwith, fallecida con 9 años, es la mayor que ha vivido "Charity:water", la ONG a la que se ha destinado el dinero.

4 comentarios:

  1. Pffffff...
    personas tan buenas como esta niña no se merecen este final. Ojalá todos fuéramos más como Rachel.

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  2. Aunque tenga un final triste, yo agradezco leer este tipo de "noticias" porque, por suerte, en este mundo actual al que tú quieres mirar hay de todo, bueno y malo, aunque esto último sea lo que más suene. En algún sitio leí: "la bondad no hace ruido". ¡Qué cierto! Por eso es bueno que también se hagan públicas estas pequeñas-grandes acciones. Gracias por tu interés en sacarlas a la luz.

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  3. Hola!! Qué bueno que estés compartiendo esta historia de Rachel, tan inspiradora y aleccionadora para todos. El video de la ONg Charity:water en su honor está en Youtube subtitulado en español, va el link: http://youtu.be/OwyMYeQl7Z4

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por la información Patricio. El mismo ya está incorporado al artículo.

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