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lunes, 17 de junio de 2013

Turquía, huelga general contra la represión policial

Los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en varias ciudades de Turquía acabaron la última noche con más de 500 personas detenidas, mientras que varios sindicatos turcos preparan para hoy un día de huelga contra del Gobierno.
Dos importantes sindicatos convocaron para este lunes a un paro de 24 horas en protesta contra el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades.
Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, defendió la actuación de la policía y denunció ante miles de partidarios que los manifestantes son manipulados por "terroristas" y que es su obligación desalojarlos del centro de la discordia: el parque Gezi, símbolo de la protesta.
La enviada de la BBC a Estambul, Selin Girit, dice que la ciudad luce más dividida que nunca, aunque no necesariamente por el estrecho del Bósforo, sino por quienes están a favor y en contra de Erdogan.
Ayer, el líder habló en Kazlicesme, a unos  ante decenas de miles de seguidores de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) que portaban banderolas con la leyenda "Arruinemos este gran complot", mientras que en las vías hacia la Plaza Taksim, miles marchaban, protestaban o se enfrentaban a la policía.
Taksim y Gezi están totalmente acordonados por la policía, informa la corresponsal de la BBC. Sólo se permite pasar a los periodistas.
En una calle cercana a la plaza, policías advirtieron a los manifestantes que llevaban una pancarta con la frase "Feliz Día del Padre Tayyip" que se dispersaran y al rato lanzaron gases lacrimógenos.
La dinámica de los últimos días es la misma: se congregan los manifestantes, la policía interviene, los dispersa, se retira... y se congregan nuevamente en mayor cantidad, en el mismo u otro lugar cercano.
Erdogan ha sido criticado por no ser capaz de manejar esta crisis, porque sus discursos desafiantes, prepotentes y sus tácticas represivas han incrementado la tensión.
Erdogan negó las acusaciones de que es un dictator autoritario, criticó a los medios de comunicación extranjeros -urgiéndolos a ser éticos y honestos- y se comprometió a "identificar uno por uno a los responsables del terror en las calles".
"Si los medios internacionales quieren una foto de Turquía, aquí está", dijo. "¿Qué clase de dictador se reúne con ocupantes del Parque Gezi y activistas ecológicos honestos?"
Según él, las protestas no son "más que intentos de una minoría de dominar a la mayoría". Para añadir que "no podemos permitir esto y no lo permitiremos".

Baki Cinar, portavoz de uno de los sindicatos que convocaron al paro, KESK, declaró a la agencia AFP que "nuestra demanda es por el fin de la violencia policial de inmediato".
La Confederación de Sindicatos del Sector Público (KESK), con 240.000 miembros, y la Confederación de Sindicatos Revolucionarios (DISK) han convocado huelga, a la que han anunciado que se suman doctores, ingenieros y dentistas.
Según la Asociación de Abogados de Estambul, que cita Reuters, en total la Policía detuvo a 441 personas el domingo.
Por su parte, la Asociación de Médicos Turcos, que representa al 80% de los profesionales, ha denununciado que la policía turca ha hecho un uso "salvaje" de los gases lacrimógenos para reprimir las protestas que comenzaron en Turquía el 28 de mayo.


Según funcionarios médicos, unas 5.000 personas resultaron heridas y por lo menos cuatro murieron desde el inicio de las protestas.
Por su parte, el viceprimer ministro de Turquía, Bulent Arinc, ha reiterado hoy su respaldo a la actuación de la Policía en el desalojo de la plaza Taksim y el parque Gezi en Estambul y ha advertido de que sacará al Ejército a la calle si la situación se vuelve incontrolable. El Gobierno tiene el deber de "detener una protesta ilegal", ha declarado en una entrevista en televisión. "Aquí está la Policía, si no basta tenemos gendarmes y, si no, las Fuerzas Armadas", ha afirmado el, considerado, número dos» del Ejecutivo, según el periódico turco Hurriyet.
También, durante el acto de ayer, Erdogan defendió la acción policial del sábado para desalojar la Plaza Taksim y el parque Gezi: "Dije que estábamos al final. Que era intolerable. La operación de ayer se llevó a cabo y se limpió. Era mi deber como primer ministro".
Mientras una representante de las organizaciones por detrás de las protesta, Mey Elbi, advierte, "esto no ha terminado. El mundo ha visto que juntos podemos enfrentarnos a Tayyip".

Otros sectores de Estambul También vivieron ayer momentos de violencia. Los manifestantes arrancaron las losas cerca del puente Gálata y la policía disparó cañones de agua en el lujoso distrito de Nisantasi.
Al caer la noche, se erigieron barricadas en varios vecindarios de la ciudad, con jóvenes desafiando a la policía.
Unos 1.000 policías antimotines habían llegado al Aeropuerto Ataturk, procedentes de regiones tan lejanas como Diyarbakir y Sirnak, según medios locales, para intentar frenar los disturbios en Estambul.
Por lo menos 350 policías que estaban de servicio en el aeropuerto también fueron enviados al centro de la ciudad en caso de posibles enfrentamientos.
La Plaza Kizilay, de Ankara, también fue escenario de la represión policial la tarde del domingo, que resultó en por lo menos cuatro lesionados, incluida una mujer de 20 años herida de gravedad por el impacto de una lata de gas lacrimógeno en la cabeza, según la asociación médica de la ciudad.
La Asociación Médica Turca condenó el uso de esos gases, por el peligro de exponer a la gente a sus elementos químicos.
Asociaciones que representan a doctores, ingenieros y dentistas respaldaron la convocatoria al paro del lunes.

El ministro del Interior de Turquía, Muammer Guler, señaló que la huelga nacional convocada para hoy lunes en el país es ilegal y advirtió que cualquier persona que participe deberá enfrentar las consecuencias legales.

En la capital, Ankara, se informó que la policía antimotines ordenó a cientos de trabajadores a detener la marcha que realizaban hacia el distrito central.
El jefe de la asociación médica turca indica que ocho médicos y enfermeros fueron arrestados en Estambul después de que dieron tratamiento a manifestantes en clínicas temporales.
Las manifestaciones continuan mientras se corean consignas como "Revuelta, Revolución, Libertad" o "Dictador Dimite ya".
Con el paso de los días una cosa parece evidente para los analistas, enviados al país para seguir los sucesos, y es el aumento de la tensión global.
Después de que ambos bandos en el conflicto hayan expresado palabras duras, ahora se puede sentir una gran preocupación por la creciente tensión entre la izquierda y la derecha en un sistema político totalmente dividido, comentaba el analista de la BBC.
Los enfrentamientos entre sindicalistas y la policía continúan en Ankara, la capital del país.
También se están produciendo enfrentamientos, este lunes, en la ciudad de Eskisehir, a unos 200 km al sudeste de Estambul, donde la policía lanzó gases lacrimógenos y usó cañones de agua para dispersar a la multitud y desmanteló centenares de tiendas de campaña, dijo la agencia de noticias Dogan.
El comisario de Ampliación de la Unión Europea, Stefan Fuele, mostró su preocupación por los acontecimientos en Turquía, cuyas negociaciones para unirse a la UE se han visto afectadas en parte por las preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la libertad de expresión.
"Estamos cansados de protestar, no queremos seguir haciendo esto, queremos volver a nuestras vidas, pero estamos cansados de este gobierno opresor constantemente entrometiéndose", dijo Mahmet Cam, profesor entre los manifestantes en Ankara.

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