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sábado, 7 de septiembre de 2013

Australia, La coalición conservadora destroza al Partido Laborista en las elecciones legislativas

El gobierno laborista de Kevin Rudd reconoció la derrota en las elecciones parlamentarias ante la coalición conservadora que lidera su rival, Tony Abbott.
Así lo manifestó Rudd este sábado, 7 de septiembre, ante miembros de su partido en Brisbane, dando por finalizados sus seis años de mandato. El mandatario lideraba un gobierno en minoría con 71 diputados, apoyado por independientes.
Tony Abbott, líder de la oposición, charla con simpatizantes antes de votar en una estación electoral en Sídney, Australia, el sábado 7 de septiembre de 2013. El Partido Laborista que gobierna en Australia habría perdido las elecciones nacionales ante Partido Liberal, según encuestas de salida.  Foto: Rob Griffith / AP
Tony Abbott antes de votar. Foto: Rob Griffith / AP
"Acabo de llamar a Tony Abbott y de reconocer la derrota", dijo el ya primer ministro saliente. "Le deseo todo lo mejor para el puesto (...) Ha llegado el momento de que nos unamos como una gran nación austral".
Según todos los sondeos, la coalición del conservador Tony Abbott se haría con más de 80 de los 150 escaños parlamentarios, mientras que los laboristas obtendrían unos 50, lo que representaría una pérdida, respecto a las últimas elecciones, de un 30% de los escaños.

En Australia el voto es obligatorio, y unos 3,2 millones de personas ya habían emitido su voto por correo, según indicó la Comisión electoral poco antes de la apertura de los locales.
El líder conservador australiano Tony Abbott barrió en las elecciones de hoy sábado después de que los votantes castigasen al saliente Gobierno laborista por seis años de turbulencias y por no haber sabido aprovechar al máximo los beneficios de un boom minero que ahora va perdiendo fuerza.
Abbott, un exboxeador, prometió restaurar la estabilidad política, bajar los impuestos y reprimir a quienes llegan al país pidiendo asilo.
Según los datos de la Comisión Electoral Australiana, los conservadores ganarían al menos 83 escaños de los 150 de la Cámara baja, cifra que supera los 76 asientos necesarios para formar Gobierno en solitario, mientras la formación laborista se quedaría con 53 legisladores, cuando se lleva efectuado cerca de un 78% del escrutinio.
El Partido de los Verdes, un grupo minoritario y un representante independiente también se alzarían con un asiento respectivamente, a falta de repartir los 13 escaños restantes.
Según las predicciones publicadas por el canal australiano Australian Broadcasting Corp (ABC), los conservadores se harán con 89 asientos, frente a 57 de los laboristas.
Protestas contra el conservador Tony Abbott (derecha) ante un colegio electoral en Sidney. / ALAN PORRITT (EFE)
Esta sería la peor derrota de los laboristas en los últimos 80 años, tras los seis años de gobierno del Partido Laborista, de centro-izquierda, que han estado marcados por incesantes luchas internas que han frustrado y desilusionado a los australianos.
En junio de 2010, el primer ministro Kevin Rudd, que llegó al gobierno el 3 de diciembre de 2007 tras las legislativas del mes anterior, dejó du cargo a la primera mujer primera ministra, Julia Gillard, y vice primera ministra en ese momento, tras perder el apoyo del Partido Laborista, pero Rudd volvió a ser el líder en junio de este año, en una lucha desesperada por aferrarse al poder.
"Son unas elecciones que ha perdido el Gobierno más que haberlas ganado la oposición", dijo el ex primer ministro Bob Hawke a Sky News.
A lo largo de dos legislaturas, Abbott ha ejercido una oposición feroz y ha atacado todas las iniciativas laboristas. Su negativa a aplicar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y su política de  mano dura contra refugiados e inmigrantes han sido su estrategia para alcanzar la victoria en estas elecciones.
Además, se ha estado produciendo toda una campaña publicitaria contra Kevin Rudd y el Partido Laborista.
Para el periódico español El País, "En los últimos meses, la animadversión de los australianos hacia el Partido Laborista, liderado por Kevin Rudd, ha ido en aumento, de la mano de la agresiva campaña mediática en su contra que han emprendido los medios del magnate de la comunicación Rupert Murdoch. Pero la inestabilidad en el seno del partido ha sido la principal causa".
Abbott celebrará durante la noche el regreso de los conservadores al Ejecutivo australiano, ocupado durante los últimos seis años por el Partido Laborista, y se espera que comparezca en cualquier momento ante los medios.
Según adelantó el líder conservador, una de sus primeras ordenes en el Gobierno serán derogar los impuestos del laborismo contra las emisiones de dióxido de carbono y las compañías de alquiler de vehículos.
El triunfo conservador pondrá el punto final al primer Gobierno en minoría desde la Segunda Guerra Mundial. Los laboristas dependían del apoyo de los independientes y los Verdes para llevar adelante la gestión de su gobierno.
El viceprimer ministro, Anthony Albanese, declaró al Canal 7 de la televisión australiana que los laboristas han sido castigados por la discordia reinante en esa formación durante la legislatura. Albanese se refirió a las revueltas internas que hicieron que en 2010 Julia Gillard desbancara a Kevin Rudd del puesto de primer ministro y que este año otro conato de rebeldía le devolviera las riendas laboristas a Rudd frente a Gillard. "El electorado claramente ha visto que necesitamos estar unidos" comentó Albane.
El Partido Laborista ocupó el poder durante dos mandatos consecutivos de tres años que estuvieron marcados por un importante desarrollo económico, auspiciado por el sector minero y la demanda china, pero también por luchas internas que acabaron cansando a los australianos. 
En estos comicios se elige, entre más de 1.700 candidatos, a 150 representantes que ocuparán la Cámara Baja durante la próxima legislatura y 40 para renovar una parte de los 70 escaños del Senado.
La sorpresa de estas elecciones la ha dado el multimillonario y líder del partido Palmer United, Clive Palmer, un magnate de la minería del Estado de Queensland que ha decidido fundar su propio grupo político. Palmer es más conocido por poseer un parque temático con dinosaurios de tamaño real inspirado en la película Parque Jurásico o por anunciar su intención de construir una réplica exacta del Titanic. Según los datos preliminares, que le atribuyen un 5% de los votos, podría conseguir un escaño en el Senado.
Tony Abbott celebrates on stage with wife Margie and their daughters.
Tony Abbott tras la victoria. Web ABC
Según indica la cadena australiana ABC, "El primer ministro electo Tony Abbott se ha proclamado vencedor y ha declarado que, "Australia está bajo un nuevo gobierno" y ha prometido liderar un gobierno unificador. Para añadir, "Miles de personas nos han votado por primera vez, y prometo no decepcionarlas".
En zonas como Tasmania, Victoria o Nueva Gales del Sur ha conseguido niveles de votación altos en relación a otras elecciones, ganándole a los laboristas un porcentaje importante de sus votos".
Tony Abbott, con su Coalición Liberal Nacional, se ha convertido en el 28º primer ministro de Australia, acabando con 6 años de gestión del Partido Laborista.
Según datos de última hora, ofrecidos por la Comisión Electoral Australiana, con el 82,53 por ciento de los votos escrutados, los conservadores consiguen 88 escaños de los 150 de la Cámara baja, con lo que superan ámpliamente los 76 asientos necesarios para formar Gobierno en solitario, mientras el Partido Laborista del primer ministro Kevin Rudd, obtiene 54 legisladores.
El Partido de los Verdes se asegura, nuevamente, un escaño; Clive Palmer, el excéntrico millonario, parece asegurarse otro miembro para su partido, mientras un tercer escaño independiente iría para el KAP (Katter's Australian Party), liderado por Robert Carl Katter, un tradicional político del país.

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